1. Cepíllate los dientes de 2 a 3 veces al día. Debes cepillarte los dientes todas las mañanas y las noches antes de acostarte. También puedes hacerlo a mitad del día si así lo prefieres.
Si te cepillas los dientes de la manera adecuada, podrás prevenir las caries y la gingivitis, además de eliminar las manchas de comida, lo que te proporcionará una sonrisa más saludable, limpia y blanca.
2. Sigue una dieta blanqueadora de dientes: Si bebes vino tinto o té negro o fumas cigarrillos o puros, tus dientes serán de un blanco no tan nacarado. Otros culpables de los dientes sucios incluyen las colas, salsas y zumos oscuros. En resumen: Si está oscuro, probablemente te manchará los dientes. Cepillate inmediatamente después de comer o beber y usa un buen agente de blanqueo. Para una conveniente acción de limpieza de los dientes, comete una manzana.
3. Los blanqueamientos funcionan: al contrario de lo que mucha gente piensa, los tratamientos blanqueantes no erosionan ni desgastan los dientes. Los productos de blanqueamiento dental funcionan mejor en los dientes amarillentos a causa de la comida o la bebida. Por el contrario, no son tan eficaces en los dientes manchados a causa de las enfermedades o los medicamentos.
Consulte con su odontólogo cual es el mejor sistema para usted.
4. ¿Hay alimentos que blanquean los dientes? Determinados alimentos ayudan a la dentadura: masticar apio limpia y el limón es bueno para las encías. Sin embargo, usarlos como blanqueadores tiene peligrosos efectos secundarios.
5. Existe todo un instrumental de higiene bucal que combate la halitosis: los cepillitos interproximales, el hilo dental, el limpiador lingual y los colutorios se encuentran entre ellos.
6. Reemplaza tu cepillo de dientes cada 3 meses. Los cepillos dentales viejos pierden su eficacia en la limpieza de los dientes. Asegúrate de comprar uno nuevo aproximadamente cada 3 meses. También deberás reemplazarlo cuando notes que las cerdas se doblan o se deshilachan. También debes reemplazar tu cepillo de dientes después de curarte de una enfermedad para así prevenir su propagación.
Mantén el cepillo fresco y seco para asegúrate de que no fomente la reproducción de bacterias perjudiciales y moho. Guárdalo en posición vertical para que pueda exponerse al aire y se seque de manera adecuada.
7. Morderse las uñas es un mal hábito: desgasta la dentadura, tiende a deformar la mandíbula y puede producir gingivitis.